Rubén Méndez

La pandemia provocada por el COVID-19, y la consecuente contingencia sanitaria global, convulsiona el conjunto de las relaciones sociales, las instituciones y a la humanidad misma. La educación se encuentra en uno de los escenarios más frágiles y sin precedentes. Más de mil millones de estudiantes de todo el mundo están afectados por el cierre de escuelas y universidades debido al brote del virus, declara la UNESCO. Las consecuencias del cierre de las escuelas se estiman en altos costos que serán particularmente graves para la población más desfavorecida. 

Ante esta situación, la Secretaría de Educación improvisa distintas estrategias de aprendizaje en casa, apostando a la educación a distancia con base en herramientas digitales. En días pasados, la SEP generó un convenio de colaboración con Google for Education, que se anuncia, sin costo y a perpetuidad. No voy a ahondar en los riesgos que conlleva hacer tratos con los grandes tiburones de la tecnología, pero por ahora se presenta como una alternativa adicional para aquellos estudiantes y maestros para que puedan tener acceso a tecnologías digitales e internet. Google for Education pone a disposición, básicamente, el conjunto de herramientas de google, como gmail, youtube, documentos, hojas de cálculo, presentaciones, etc. y Classroom: el desarrollo estrella enfocado a la educación. Desde esta herramienta, los maestros pueden gestionar clases y contenido. En cada aula virtual el profesor puede asignar tareas con textos, audios, fotos, vídeos o cualquier otro recurso de Google. Al mismo tiempo puede poner avisos, crear encuestas o recibir respuestas de los alumnos. La SEP anuncia que cada alumno y maestro tendrán su propia cuenta para GSuite que puede usar con capacidad ilimitada de almacenamiento en la nube. Tanto las cuentas para estudiantes y maestros, como el contenido son gestionados desde el equipo de la Secretaría de Educación y de Google for Education. Al maestro le llega una cuenta de GSuite a través de sus autoridades o a través de un correo; a los estudiantes les llegará a través de sus padres o maestros. En Classroom, el maestro encuentra clases precargadas, diferenciadas por asignaturas y segmentadas en los días de la semana. 

El conjunto de herramientas que ofrece Google son un recurso útil en la era digital pues permiten la comunicación, la gestión y organización de muchas tareas; saber manejar herramientas como estas y obtener el mejor provecho será una necesidad cada vez mayor. Sin embargo, surge la duda de si la estrategia educativa es realmente pertinente y cuenta con la calidad suficiente; si posibilita el aprendizaje para los alumnos o sólo forma parte del discurso político que sobrevalora los programas digitales: poderosos en tecnología pero que en realidad son huecos en contenido y enfoque pedagógico. 

Una de las razones que más se cuestionan es el acceso desigual a las plataformas de aprendizaje digital. El acceso insuficiente a las tecnologías o a una buena conexión a Internet es un obstáculo para la continuidad del aprendizaje, fundamentalmente para los alumnos de familias desfavorecidas. En México, de acuerdo con el INEGI, el 43% de la población no cuenta con acceso a internet. 

Para aquellos que tienen la oportunidad de acceder al recurso, se enfrentan a otras cuestiones; tener alcance a las tecnologías aumenta la frecuencia de su uso y la posibilidad de desarrollar habilidades digitales; sin embargo, no es suficiente y no es lo importante. El problema social que representa la brecha digital no sólo se establece entre los que tienen acceso a las tecnologías y pueden usarlas y los que no, sino también al modo y propósito para el que se usa. A este elemento se le denomina como la brecha cognitiva y se define como las desigualdades en la producción de conocimientos y la participación de ellos, abatir dicha brecha constituye uno de los más grandes desafíos para edificar las sociedades del conocimiento y con ellas, aprovechar el saber de forma compartida (UNESCO, 2005). Hasta ahora, ni el estado, ni los maestros, ni los padres tienen claro cómo darles un uso adecuado a estos recursos, para promover la producción de conocimiento y construir una sociedad más justa y solidaria. 

El esfuerzo que hace el Estado consiste en poner a disposición de maestros, estudiantes y padres, un conjunto de herramientas digitales que poco conocen y van a requerir tiempo para dominarlas. De los más de dos millones de docentes, la SEP anuncia que ha capacitado a 500 mil a través de webinars, en donde el tiempo se va en mostrar cómo se accede a las aplicaciones y cómo se organizan y estructuran las distintas interfaces y contenidos. Poco o nada se habla de una formación pedagógica pertinente para los entornos digitales o sobre cuál será el futuro del aprendizaje. Es la misma estructura tradicional del sistema educativo puesta en un escenario digital; clases fragmentadas de 50 minutos del programa oficial, actividades directivas e instruccionales que poco ofrecen a los estudiantes para aprender y profundizar en los temas relevantes de la sociedad. 

Al conversar con varios maestros de las zonas más apartadas y marginadas, que no cuentan con acceso a internet pero pueden acceder a la plataforma, me cuentan que ésta no les ayuda mucho por varias razones; entre ellas distinguen que las actividades no son acordes a las necesidades académicas de sus estudiantes ni a su contexto; reconocen que la herramienta puede ser buena pero que habrá que generar otro tipo de aulas y contenidos que puedan ser más pertinentes. Otros que vieron que sus estudiantes no tienen condiciones para acceder a internet y usar dispositivos; decidieron emplear herramientas como guiones didácticos, cuadernillos de ejercicios o instructivos de actividades.

En México, se han visto innumerables proyectos tecnológicos que han fracasado pues carecían de un propósito y se asume que el acceso a la información y las tecnologías bastan para cumplir con las necesidades educativas, pero los hechos han demostrado que no es así. Aún estamos lejos y parece cada vez más lejano, un proyecto integral educativo que contemple el desarrollo de habilidades digitales. Lo que se ve es un sistema educativo que agoniza y no puede responder a los desafíos actuales que han devenido a causa de la pandemia. 

En este escenario, conviene acelerar el debate sobre el papel de la educación en un mundo que no volverá a ser el mismo. El Dr. Cámara ayer nos recomendó un artículo de Tere Garduño, Directora de la Escuela Activa Paidós y del Instituto de Investigaciones Pedagógicas A.C., en donde la autora cuestiona: ¿Realmente creen las autoridades que se van a lograr todos los aprendizajes esperados sometiendo a la población infantil y juvenil a jornadas intensas de escuela en casa, que no es un aula, ni la familia es el profesorado? ¿Cómo explican que su estrategia virtual se convierta en un peso tan opresor que obligue a niños del Valle de Chalco a salir de su casa para buscar un Internet para hacer la tarea porque en casa no existe ningún dispositivo que se los permita?; ¿Han pensado qué decirle a la población infantil de las pequeñas y escondidas comunidades que para ellos no hay escuela, porque no hay energía eléctrica, ni Internet, ni mucho menos computadoras?; ¿Por qué no aprovechar la lección de la pandemia para entender que como país tenemos que reorientar nuestras políticas para acabar con las enormes desigualdades? 

Para los pensadores y críticos de nuestro tiempo, es momento de enmendar las injusticias sociales y educativas, es ahora que el Estado debe asumir la responsabilidad de la educación con la dimensión que la realidad exige. Es el momento de abandonar el paradigma educativo academicista que se reduce a intentos por cubrir el programa oficial. Pensar en una educación menos centrada en las disciplinas y más enfocada hacia la comprensión de los fenómenos actuales; naturales y sociales, desde una perspectiva que contemple, insoslayablemente, las necesidades y problemas de los más desfavorecidos.

Para saber más sobre la propuesta oficial visita:

https://aprendeencasa.sep.gob.mx/site/index

Webinar del 24 de abril para capacitar a docentes en el uso de la plataforma de Google: 

https://es.unesco.org/covid19/educationresponse/consecuencias

https://www.inegi.org.mx/temas/ticshogares/

https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/google-capacita-a-mas-de-500-mil-docentes-para-usar-plataforma-de-educacion-a-distancia-sep

https://www.jornada.com.mx/2020/04/24/opinion/008a1pol

https://recursos.portaleducoas.org/sites/default/files/VE14.381.pdf