Viviendo en un país donde el rezago educativo es la norma, no es difícil encontrarse con grupos de personas interesadas en el análisis, discusión y posible solución a los problemas de educación pública en México. Tal oportunidad se hizo palpable estos días -del 17 al 19 de octubre-, el Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica, y la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, organizaron el Primer Congreso de Perspectivas Críticas en Educación.
El objetivo era que todo aquel apasionado de la educación tuviera oportunidad de unirse a este espacio, de tal suerte que se conformaron mesas plurales: académicas, estudiantes, docentes de todos los niveles, integrantes de organizaciones civiles, activistas y demás profesionistas involucrados en materia educativa. Redes de Tutoría también estuvo presente.
Los ideales compartidos con Redes de Tutoría se dejaron ver desde que abrió la charla hablando de la Crisis educativa en México. El eje de la discusión fue la búsqueda de alternativas al modelo neoliberal y capitalista que permea la escuela. Lev Velázquez, profesor en educación básica e investigador del Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa, detalló que el esquema actual es una nueva forma de cosificar al ser humano, pues reduce su capacidad holística. Se ve a la escuela como un espacio que prepara para el trabajo y no para potenciar nuestras habilidades humanas.
También encontramos coincidencia cuando Gabriela Delgado, investigadora del IISUE, planteó que la educación debe tener sentido afectivo y de significado hacia derechos humanos y no hacia los valores, pues los valores cambian según el contexto cultural y de espacio-tiempo, pero los derechos inalienables permanecen. Por lo anterior, Alberto Arnaud ve urgente la creación de un proyecto vinculado al espacio comunitario, un proyecto que por sí sólo genere apego y amor por el saber. Un proyecto donde la producción en masa no sea la norma, sino que conste de grupos muy pequeños para poder dialogar más y hacer frente a la intolerancia representada de tantas formas. Un proyecto, en fin, “alter-nativo, que permita estar con la otredad desde lo nativo” (sic).
Sí, nativo. Pues lo habitual – a lo que nos acostumbró la cultura occidental-, es eliminar el contexto cultural de los fines del conocimiento, ocasionando un reduccionismo pedagógico. Los estudiantes no encuentran aplicación de lo que ven en la escuela con su vida cotidiana, pues sólo hay detrás un carácter cientificista y utilitarista. Lo que hace falta es un enfoque que impulse un aprendizaje situado, con referentes socioculturales; y en eso, Redes de Tutoría la lleva de gane.
Se destacó que una de las limitantes de los proyectos que se impulsan para cumplir con estos cometidos (proyectos como el nuestro) es que a pesar de que tienen un carácter público no tienen uno estatal e institucional. Y quizá tengan razón. Los alcances cuando no hay apoyo van a paso de tortuga, pero cuando las voluntades y las causas confluyen, la diferencia puede suceder.
ALGUNOS PROYECTOS HERMANOS
Escuela Nasa para la Vida. Francesca Gargallo -investigadora de la UACM- presentó una propuesta que no es propia pero que conoce bien. Es venido del Cauca, Colombia, y el poder que tiene es que trasciende el aspecto escolar y que se impregna en la vida de quienes la viven, sin perder el área formativa; pues a través de una situación del campo, se estudian fenómenos científicos, artísticos y humanísticos. Es una estrategia que articula al tejido de educación y al tejido económico basados en el cuidado de la Tierra, la alimentación de la comunidad, y la generación de trabajo e ingresos; espacios fundamentales e inseparables.
Uso del nepohualtzintzin en la enseñanza de las matemáticas en educación básica. Proyecto presentado por la pedagoga Norma Cortés Ronquillo, que basa la introducción al lenguaje matemático en el uso de un instrumento de cálculo de origen prehispánico parecido al ábaco y usado por varias culturas antiguas; representa los ciclos de la agricultura (91 días o el tiempo que dura una estación). De esta manera logran aprender matemáticas con un símbolo asociado a la vida y a una de las prácticas que realiza: la agricultura. Promueven, además, al maíz como “semilla del pensamiento y del conocimiento”, que en matemáticas es la justificación y los procesos de acción y reflexión. Rescatan prácticas culturales mientras experimentan y dialogan la lógica matemática. Se sustentan en estudios etnomatemáticos y de enfoque socioepistemológico.
Educación financiera en escuelas secundarias de Brasil. Desde 2011, Glauco Manuel dos Santos, un economista y su equipo de trabajo, lograron la instauración de un programa piloto en Brasilia para que los adolescentes recibieran educación financiera en sus escuelas. La finalidad fue –y sigue siendo- buscar la transformación social desde las aulas al comprender las teorías y los procesos económicos de los que nunca nadie da cuenta; y, de esta manera, poder analizar y decidir el futuro económico de la comunidad. Ante los fuerte problemas políticos por lo que atraviesa su país, dos Santos sostiene que el saber de políticas económicas y cómo enfrentarlas logrará la emancipación y construcción efectiva de la ciudadanía. Como dato curioso, esta propuesta tiene una perspectiva marxista.
La asistencia al congreso resultó más que grata, porque reafirmamos que Redes de Tutoría es consciente de la parte fundamental de la problemática educativa y ha puesto manos a la obra de maneras que muchos acuerdan como apropiadas. Además, tiene la ventaja de contar con experiencia de muchos años en la práctica. Las satisfacciones de los alumnos que han vivido la tutoría, lo constatan. No queda más que seguir trabajando y apoyarnos de grupos que tengan presente que otras maneras de ver la práctica educativa es posible; sobre todo, que sepan que puede consolidarse como una realidad.