Araceli Castillo Macias

Del 12 al 17 de agosto en Perú, un equipo de 12 jóvenes entusiastas, comprometidos y profesionales del hermano país, vivieron la relación tutora en sesiones intensivas de 10 horas de estudio y reflexión. Durante los primeros cuatro días y medio desarrollaron temas de educación básica con la finalidad de ser parte del grupo de tutores que daría a conocer la propuesta a autoridades, directivos y docentes de escuelas de nivel secundaria, primaria e inicial[1], de las regiones norte, sur, centro. Las escuelas participantes desarrollan siete acciones de mejora e innovación entre las cuales se contempla el aprendizaje profundo; es en el cumplimiento de esta acción en el que vislumbraron la Relación Tutora como el medio para hacerlo posible.

El equipo de 12 integrantes se entregó a su formación, logrando, no solo dominar el tema elegido, sino reconociendo los principios y las características de la relación tutora; fue renovador ser testigo de la transformación de cada uno de los integrantes al ser conscientes de lo que realmente significa, ponerse en los zapatos del otro, respetar el interés del que aprende, respetar su proceso y su ritmo de aprendizaje, apoyar al estudiante a partir del diagnóstico constante en diálogo tutor y evaluar el avance a partir del dominio y seguridad con la que expone y da razón de lo aprendido. El día y medio restante, los nuevos tutores mostraron la forma como las redes de tutoría permiten poco a poco la extensión de la Comunidad de Aprendizaje basada en relaciones tutoras, ofreciendo en tutoría los temas que habían estudiado a profundidad a los representantes de regiones y escuelas.

Tanto el equipo de seguimiento y promoción como los representantes de las escuelas reconocieron en la Relación Tutora la estrategia que les estaba faltando para concretar experiencias de aprendizaje profundo y para transformar la cultura escolar, independientemente del nivel y de las características y condiciones de la población con la que cada uno trabaja. La Relación Tutora transforma lo más importante; las relaciones personales. Todos presentaron dificultades en la comprensión, solución, argumentación o sistematización durante el proceso de estudio de los temas elegidos, lo que permitió que todos, en mayor o menor medida, vivieran la experiencia de aprender en diálogo tutor. Tutores y tutorados describieron con gusto las emociones que iban desde la molestia, angustia y tensión que produce un desafío cuando no se ve el camino para resolverlo hasta la satisfacción, el gusto y la alegría que se experimenta cuando se logra superar las dificultades y resolverlo.

 Sin duda, el equipo peruano tiene la oportunidad de avanzar en el desarrollo de Comunidades de Aprendizaje con pasos firmes y seguros, con el apoyo y la experiencia de las redes de tutoría que se construyen en México y en los países hermanos que desarrollan actualmente la Relación Tutora más allá de las fronteras. 


[1] En Perú, el nivel inicial corresponde al nivel preescolar de México; el nivel primaria es semejante al de México y el nivel secundaria consta de 5 años, cubriendo así el equivalente a secundaria y media superior en México.

Álvaro de Ávila

De los asesores que recibieron tutoría meticulosa durante 4 días, varios tuvieron la oportunidad de practicar dos veces más, cuando se tutoró el lunes 19 a representantes de jefaturas de nivel secundaria en el Ministerio de Educación, de los cuales, tres eran especialistas en tutoría y psicología, y que al vivir la experiencia de trabajar en relación tutora expresaron las posibilidades que tiene la estrategia pues sintieron cómo se mueve además de lo cognitivo, lo emocional, lo psicosocial, el cambio de convivencia y colaboración permanente de quienes fungen como tutor y tutorado.

La experiencia de algunos asesores de Perú además tuvo más fuerza cuando el martes 22 se pudo ir a una escuela, conocida como la Primaria Labarte, una de las escuelas de Lima probablemente más dañada por los problemas sociales y de violencia muchas veces traídos de la casa o de la calle. Cuando se hizo un ejercicio de relación de tutoría solo de parte de cinco asesores que visitaron la escuela con cuarenta docentes de los turnos matutino y vespertino, 20 aceptaron el reto de colaborar fortaleciendo su práctica de comunidades de aprendizaje con redes de tutoría, esto cuando sintieron que el estigma de esta escuela se puede estar arrastrando por ellos mismos al no permitir aprendizajes abiertos y con mayor profundidad, pero especialemente, un trato más humano. Los encargados de Perú plantearon visitas para trabajar con los maestros de manera continua con los miembros del grupo de comunidades de aprendizaje y especialmente para demostrar el cambio en una escuela y como ésta resignificaría la educación en Perú.

Finalmente las Redes de tutoría tuvieron eco en una reunión sostenida con autoridades del Ministerio de Educación encargadas de posibles cambios de política educativa, en ella estuvieron representantes de la Dirección Nacional de Telesecundaria, supervisores, directores y docentes tanto de escuelas públicas como colegios. El espacio fue una oficina de la UNESCO en el Ministerio Nacional de Cultura, entre los presentes se construyeron probablemente unas 150 ideas a analizar paulatinamente en el marco de la búsqueda de una política que diversifique la educación secundaria en el país, entre ellas varias que sugieren la aplicación de los principios de relación tutora.